Muestra de mi libro

Concretamente es un libro sobre la parrilla o barbacoa, desde su construcción, los utensilios necesarios y recetas probadas, además de las técnicas necesarias para lograr un éxito culinario!
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El consejo

Tiempo atrás, no mucho, apenas un par de meses mas o menos, una buena amiga me pidió consejo respecto de una cuestión sentimental. De más está decir que ya conocía los pormenores del caso ya que mi amiga me suele contar en confidencia los detalles de la evolución de su relación.
Luego de una breve meditación, le hice una sugerencia, en función de lo que creía más adecuado para ella, sin que sonara como un reproche, ni una exigencia, ya que eso era lo que menos necesitaba.
Luego de finalizada la charla, a solas conmigo mismo, comencé a pensar sobre lo que le había sugerido a mi amiga y me dí cuenta, que alguna vez a lo largo de mi vida, y con alguna de las relaciones que sostuve, me hubiese venido muy bien seguir mi propio consejo, es decir, si sabía lo que convenía hacer en la misma situación para otras personas, muy bien podría haberlo hecho yo mismo.
Pero ahí caí en la cuenta de lo poco habitual que los seres humanos estamos dispuestos a seguir nuestros propios consejos, y sin embargo, lo fácil que se lo hacemos ver a los demás.
Por un momento pensé que sería mejor no dar más consejos si no me sentía capaz yo mismo de hacer lo que sugería, pero pronto me di cuenta que, aunque fuera incapaz de seguirlos, eso no les restaba valor, sobre todo si lo hacía con buen tino y si al que los recibía le daban buen resultado, como por lo general suele ocurrirle a mis amigos.
Así que como conclusión, creo que dar consejo, si es con buena intención, criterio y algún conocimiento de causa es algo positivo que debemos hacer siempre que podamos, de todas maneras, la opción de seguir el consejo, siempre es del que lo recibe.